[En la concentración de este martes 14 de mayo a las 18:00 h en el Forat de la Vergonya una cincuentena larga de personas han protestado contra el desalojo y se han manifestado por el barrio hasta delante del Ayuntamiento de Barcelona, ​​en la plaza de Sant Jaume.]

Agentes de la Guardia Urbana de Barcelona han desalojado esta mañana del martes, 14 de mayo, a las personas que ocuparon un edificio de cuatro plantas tras la marcha reivindicativa del pasado domingo con motivo del segundo aniversario del movimiento 15-M. Concretamente, en el número 88 de la calle de Sant Pere Més Baix, en Ciutat Vella. Según la Guardia Urbana, en el interior del edificio había poca gente y no se han registrado incidentes.

Según La Directa, A media de la mañana ocho furgones de la unidad UPAS de la Guardia Urbana-con el apoyo de 5 furgonetas de la BRIMO que esperaban en el Arco de Triunfo-han efectuado el desalojo del edificio municipal abandonado en número 88 de la calle Sant Pere més Baix del barrio de la Ribera que desde el pasado Miércoles había sido reocupado por el colectivo A las Barrikadas. El 12 de mayo al finalizar la manifestación que conmemoraba el segundo aniversario de las acampadas indignadas se abrió las puertas de la finca y se anunció la ocupación con el objetivo de hacer un centro social y acoger familias y personas desahuciadas.

La ocupación del inmueble, deshabitado y propiedad del Ayuntamiento, se había hecho oficialmente el domingo y la había reivindicado el colectivo Las Barrikadas con la intención de usar el espacio como centro social para el barrio. De hecho, se habían programado para esta semana asambleas, talleres y conciertos.

Ayer por la tarde la concejala convergente Mercè Homs y la gerente del distrito de Ciutat Vella Mercè Massa firmaron la orden administrativa de desalojo-con el aval del alcalde Xavier Trias-, vulnerando claramente la normativa municipal que obliga a abrir un procedimiento judicial civil en aquellos casos en que el inmueble haya sido ocupado a lo largo de un periodo superior a las 48 horas. Sin embargo, el servicio de prensa del consistorio ha informado esta mañana que la actuación de la guardia urbana se ha realizado dentro del plazo previsto por la ley, obviando que la entrada al bloque de pisos abandonado había hecho 72 horas antes de la apertura de puertas, tal y como han atestiguado varias vecinas del barrio de la Ribera en este semanario. Los antidisturbios han reventado a golpes de mazo la puerta de acceso y han accedido a los pisos donde dormían las actuales residentes-una docena-, obligándolas a abandonar su domicilio por la fuerza sólo llevándose las pertenencias más básicas. Operarios municipales han retapiat todos los accesos.

El inmueble hace años que debería haberse rehabilitado como pisos sociales para personas con dificultad para acceder a la vivienda o en situación de exclusión. La empresa municipal Fomento de Ciutat Vella SA (FOCIVESA) no ha detallado ninguna previsión en la ejecución de este plan y lo más previsible, tal y como se encuentran las escasas arcas del consistorio-es que ahora se acelere el proceso de deterioro. El colectivo A las Barrikadas explicó el domingo en el momento de la apertura de puertas, que una puerta sería destinada a centro social, donde se trabajarían seis ejes de crítica al actual modelo social, y el resto acogería familias y personas desahuciadas o en situación de precariedad. Hoy a las 18h en el Forat de la Vergonya han convocado una manifestación en respuesta a la actuación municipal.

Justo mañana miércoles se cumple el segundo aniversario del movimiento 15-M y este domingo se reivindicó el legado y se conmemoró la fecha con manifestaciones en varias ciudades. En Barcelona unas 15.000 personas hicieron una marcha que fue de la Plaza de Cataluña en el Arco de Triunfo.

Con el lema “Paremos el genocidio financiero. Juntos podemos”, la protesta quiso expresar la indignación ciudadana por las consecuencias de la crisis económica, sobre todo en cuestiones como la sanidad, la enseñanza o el acceso a una vivienda digna.

Al llegar al Arco de Triunfo, una parte importante de los manifestantes se desviaron por el barrio de la Ribera hasta la calle Sant Pere més Baix, y ocuparon un edificio de cuatro plantas vacío ubicado en el número 88. Allí desplegaron una pancarta con el lema “edificio ocupado” y leyeron un manifiesto que recogía las principales reivindicaciones de los colectivos que han participado en la marcha.

La vivienda se ofreció a una familia con hijos que había sido desahuciada y además se puso en marcha la programación de actividades.

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