La resolución del juzgado de primera instancia, confirmando la legalidad del contrato de alquiler, permitirá avanzar en la compra cooperativa de otro de los proyectos de referencia de la CIC. La resolución es firme y contra ella no cabe recurso alguno.
Comenzando el otoño de 2011 recibíamos la propuesta para crear un proyecto de carácter social y abierto, en un inmueble que se encontraba en pleno proceso de embargo, en el barrio de la Sagrada Familia de Barcelona. Se trataba de una finca situada en los bajos de la calle Sardenya 261-263, un espacio de 1.500m2 que en aquel entonces todavía albergaba el proyecto familiar y empresa de eventos de crecimiento personal y de terapias naturales, AureA’S. La familia destinó tiempo, ilusión, esfuerzo y recursos para tirar adelante el negocio, pero no pudieron mantener al día el pago de las cuotas mensuales de la hipoteca que habían firmado con el Banco Popular en el año 2006. A pesar de ello, era clara la voluntad y la convicción por evitar que el banco se quedara con este inmueble.
Fruto de esta interlocución, el 1 de diciembre de 2011 se firmaba el contrato de alquiler por 10 años que rubricaba el compromiso para impulsar un proyecto de la Cooperativa integral Catalana. El objetivo era proteger el inmueble del embargo y desarrollar un proyecto abierto, autogestionario y cooperativo en el barrio, un paso más en la estrategia de colectivización de fincas y espacios, un nuevo recurso común para facilitar la autoorganización.
En junio de 2012 llegaba a su fin el proceso de reconversión del local de AureA’S y tenia lugar la fiesta para celebrar la inauguración de este incipiente proyecto autogestionario que adquiría ya nombre propio: AureaSocial. Poco después, con el otoño, se iniciaba la campaña de colectivización FEM LO COMÚ1, para llevar a termino la compra colectiva y cooperativa del espacio, y mantenerlo como espacio abierto y de bien común.
A finales del verano de 2013 y tras 20 meses de proceso legal 2, la finca pasaba a manos del Banco Popular. A partir de ese momento, el juzgado debía resolver y validar el contrato de alquiler. El equipo jurídico aportó las pruebas correspondientes que daban fe de las múltiples actividades que se han realizado en AureaSocial en este tiempo. El 5 de febrero de este año, tenia lugar la vista a la que fuimos citados las dos partes (banco y cooperativa), para resolver la validez del contrato de alquiler que certificaba nuestra presencia activa en la finca desde finales de 2011.
Este es el segundo éxito judicial similar para la CIC. Después que una sentencia judicial también avaló el 9 de octubre de 2012 una acción de similares características en el edificio Roig 21, en el barrio del Raval de Barcelona.3
Hoy en día, AureaSocial es un espacio abierto a la revolución integral y un espacio de encuentro y haciendo red entre muchas personas y colectivos de todo el territorio. Es también el espacio donde las comisiones y los grupos de trabajo de la CIC se encuentran, trabajan, interactúan y se auto. Además, actualmente, funcionan activamente el huerto y la cocina comunitaria, un grupo de consumo cooperativo, así como diferentes proyectos de salud, educación, capacitación y aprendizaje colectivo, la biblioteca social, grupos de acompañamiento a niños, etc.
Habiendo disfrutado y enriquecido durante más de 2 años el espacio, el veredicto favorable del juzgado avala la estrategia definida para proteger el inmueble, permitiendo ahora que se abra una negociación con garantías, ya que la cooperativa goza del derecho de tanteo y retracto que implica que tiene prioridad sobre cualquier tercero para comprar la finca. Al mismo tiempo la campaña de colectivización volverá a activarse en breve para llevar a termino la compra colectiva y cooperativa de la finca. La cantidad y los términos de la compra son todavía una incógnita pero la situación es favorable como para que el acuerdo pueda cerrarse antes de verano.
Con felicidad decimos que habrá una propiedad privada menos, un recurso más para el bién común.
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