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Solicitud de apoyo mutuo de los anarquistas grancanarios

La Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC) —nacida a raíz de la influencia ideológica de los diferentes participantes que colaboraron con el movimiento social que se produció el pasado mes de mayo de 2011— ha hecho público un manifiesto en el que pide apoyo mutuo y solidaridad ante la represión policial y judicial que sufren constantemente en estos últimos cuatro años. De hecho, son muy frecuente las continuas presiones ejercidas por la Guardia Civil de Guía en forma de seguimientos, diligencias policiales, intimidaciones e identificaciones.

esperanza

Edificio ocupado por la comunidad La Esperanza.

Un ejemplo del trabajo tenaz, constante y práctico que desarrolla la FAGC es la Comunidad la Esperanza, la alternativa habitacional más grande del Estado, construida sobre la práctica de la ocupación y la autogestión, la expropiación y socialización con conciencia política y reivindicativa de mayor magnitud que se ha hecho en años. Funciona como un modelo de microsociedad libertaria sin necesidad de que ninguno de sus miembros lo sea. Es asamblearia, horizontal (falta de líderes) y autogestionada (no recibe ninguna ayuda institucional y hasta hace poco tampoco del exterior). Todo se decide en asamblea, y es ésta la que designa las diferentes comisiones (como la de Mantenimiento o Realojamiento) para que realicen u organicen las tareas prácticas. Un modelo estructurado, pero sencillo y funcional.

Además de las dificultades internas y humanas que conlleva cualquier organización y lucha social, hay que añadir la ya tradicional represión que en una isla debe ser especialmente dura, más en contextos rurales, como aquí, como le ocurrió al activista Ruymán Rodríguez el pasado 29 de abril, que fue detenido de forma arbitraria por la Guardia Civil, amenazado, insultado y luego golpeado y torturado (fue estrangulado, por ejemplo, en varias ocasiones). Se le invitó a irse del municipio en repetidas ocasiones. Se le confiscaron algunos bienes tan peregrinos como un bono de guagua y se le imputó un delito posterior a la detención: atentado a la autoridad y lesiones (supuestamente a los agentes que le «interrogar»). Actualmente está envuelto en un costoso procedimiento penal en que se le solicitan penas de prisión. Todo es un intento de causar el máximo daño posible a una de las personas más activas de la comunidad.

En el manifiesto en el que piden apoyo y solidaridad, más concretamente solicitan:

  • que el gustaría ir tejiendo este red de apoyo con compañeras y compañeros dispuestos a dar cobertura ante un posible recrudecimiento de la represión que, por lo menos, hagan llegar la información a los medios contra-informativos. Gente dispuesta a levantar la voz para las personas represaliadas obligadas al silencio;
  • que cualquier compañera o compañero versado en temas legales, abogados y procuradores se ofrezcan a asesorar y, en caso de ser necesario, a colaborar a unos precios asumibles, lejos de la sangría a la que actualmente están sometidos;
  • mientras esto se articula, necesitamos colaboración económica para hacer frente a la avalancha de gastos judiciales que se les presentan y que han ocasionado que actualmente los principales afectados tengan sus cuentas bancarias embargados.

Para ello se ha abierto una nueva cuenta (saneado y segura) para que quien lo desee pueda hacerles llegar su solidaridad (por cualquier duda sobre la cuenta póngase en contacto con anarquistasgc@gmail.com):
ES45 0239 2026 6130 4004 8866.

Más información:

Podéis leer el reportaje de Guille Larios publicado en La Directa: «Cuando La Esperanza es la última opción».

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