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La sala grande de AureaSocial se ha vuelto a llenar, la tarde de este miércoles 24 de julio, para oír hablar sobre los bitcoins, las criptomonedas, gracias a las intervenciones de una serie de expertos, que ha presentado Gorka Pinillos, como Mihai Alisie y Vitalik Butera, coordinadores de la revista BitcoinMagazine y desarrolladores del eGora project; Amir Taaki, desarrollador de LiBitcoin y Electrum Wallet, promotor de la conferencia internacional sobre Bitcoin y cambio social unSystem.net y Caedes, desarrollador de Lorea, eGora project, Phone Liberation Network y pasarelas de pago por Bitcoin.

Gorka ha explicado que se ha podido hacer el acto gracias a la gente de Calafou, donde hay un importante núcleo de hackers que facilitan herramientas telemáticas para la autogestión. De hecho, desde la CIC hace tiempo que se trabaja para encontrar alternativas al dinero y al sistema monetario hegemónico y ya se han iniciado debates e interacciones en relación a las criptomonedas, que se ven como un posible salto cualitativo ya que permitirían establecer relaciones económicas sin pasar por el sistema bancario.

Amir Taaki, en inglés, ha hecho un discurso vivo y potente. Según Taaki a Cameron le han pillado con los pantalones bajados, quizá por eso dice que vivimos en un mundo rodeado de terroristas. Por el contrario, se han filtrado todo de documentos en relación a la vigilancia global a través de los estados. Los ciudadanos norteamericanos de EE.UU. se han enfadado bastante con el abuso de poder que han cometido los servicios de espionaje.

Tras superar la carga de la deuda universitaria, el agujero económico aún no se ha podido llenar en ese país. Los trabajadores viven en esta desesperación, y sueñan como la Cenicienta de pasar de la miseria esclava a los palacios de los ricos. Los empleados nunca serán dueños de la su propia dignidad mientras no se organicen fuera del sistema.

Bitcoin es una herramienta que nos puede ayudar a lograr la meta de salir del esclavismo. Una economía no puede progresar si todos hacemos lo mismo. Hay conflictos con siglos de antigüedad entre los que quieren sistematizar y centralizar y quienes retan al poder. Nos ponen límites a lo que se puede o no se puede hacer, persiguiendo la actitud de los servidores. El poder del Estado deriva de la autocertificación de usar el poder. Cuanto más poder les otorgamos más dependemos de estas élites. Después de la caída de la URSS la gente de ahí fue incapaz de salir adelante por sí misma y se abrió la puerta a las oligarquías y a la especulación.

Las herramientas opresivas, como las patentes y los copyrights, se han extendido como una telaraña de la economía. La gente sigue haciendo hipotecas y votando políticos que los oprimen. Por el contrario, estos políticos les aseguran que gracias a los impuestos se alejan de la corrupción. La evasión de impuestos, de hecho, es una forma legítima de protesta. Con la moral imperativa para que los ciudadanos ofrezcan su consentimiento financiero al Estado, caemos en una falacia conflictiva.

Bitcoin aporta argumentos fundamentales, como el anonimato financiero y la falta de censura financiera, que son bastante importantes. Los pagos significan la aceptación del receptor, lo que se ha perdido con los pagos compulsivos y el pago de tasas. Actualmente, los pagos están dominados por un cártel, como se demostró en el caso de Wikileaks, ya que lograron destruir el 95% de sus beneficios, a través de un bloqueo que no se sometió a ningún escrutinio público. También, desde la censura financiera, Megaupload recibió las consecuencias. Ahora se puede comprar almacenamiento en internet a través de criptomonedas y de forma anónima.

Cuando la ley es más importante que el juicio de la población aparecen los mercados negros. Los ideales revolucionarios se materializan cuando la sociedad protege individuos. Una sociedad que impone leyes no puede progresar. La historia nos muestra que hay un montón de gente que feu tachada de «culpable» y que después se han visto que eran héroes.

Cameron insiste en que el servicio secreto británico tiene un código de conducta de alto nivel, mientras el Reino Unido tiene el sistema de vigilancia más denso del mundo. La respuesta, por ejemplo, durante la última reunión del G8, con la detención de más 50 personas en una manifestación pacífica contradice esto.

Hay que construir nuestros propios mercados, sin autoridades corruptas, en toda Europa. Bitcoin no es la revolución, pero es una gran herramienta para un futuro mejor, lleno de visión, empoderamiento, libertad y progreso. Podemos reconstruir nuestro sistema financiero. No lo estropeemos, seamos parte y comprometámonos.

Caedes, después de un vídeo didáctico, ha explicado qué es y cómo funciona el Bitcoin.

El dinero es un medio de intercambio y una unidad de medida, al cual se le da un valor y da valor a las cosas, también, sirve como almacén de valor (debe tener una producción estable y segura).

Bitcoin es la primera moneda descentralizada de Internet. No hay ninguna autoridad central que genere ni que verifique. Está basado en el peer to peer. Hay unas reglas concretas que hacen posible el sistema. Existe la Bitcooin Foundation (bitcoinfoundation.org).

Es fácil de transportar (enviar fondos de mi cartera). Hay más posibilidades de asegurarlo. Es inmune a la censura de los estados, al cierre o a la confiscación (ya que los tienes en tu ordenador). Es inmune a la inflación, ya que tiene una curva predefinida de generación y hacia 2030 ya no se generarán más. Tampoco está sometido a las quitas de los bancos: no se puede imprimir más dinero para cubrir una deuda.

Técnicamente, es un protocolo entre diferentes ordenadores. Se basa en bloc chain, un nuevo formato de base de datos distribuida y criptografiada en las transacciones. Las transacciones son públicas, pero no se enlazan nunca a ninguna identidad, sino a un número de cuenta. El anonimato y la trazabilidad dependen del propio usuario. De hecho, no hay ninguna transacción, sino la firma en la base datos del bloc chain. En la base de datos se añaden cada diez minutos los bloques de las transacciones que se han producido en ese periodo de tiempo con una serie de propiedades que las hacen aceptables. Los mineros, que son los que crean los bloques, reciben una subvención, que es donde se crean los bitcoins. Ahora mismo, los mineros sacan dinero de la subvención de los bitcoins y de las tasas. Más adelante recibirán una compensación por su trabajo, en vez de una subvención y las tasas. En total se crearán hasta el 2033 unos 21 millones de bitcoins. Al inicio por cada bloque creado se le daban al minero 50 bitcoins, ahora está sobre los 25. Actualmente, ya se han generado unos 11 millones de bitcoins.

Al principio, los bitcoins se generaban a través de ordenadores que prestaban potencia de cálculo, pero actualmente ya hay hardware especializado en hacer sólo minería.

En el debate se ha insistido mucho sobre el hecho de que quien tenga más capacidad de procesamiento más bitcoins podrá acumular y sobre los límites de la especulación.